domingo, 5 de febrero de 2012

Una mano en el hombro

Caminado en un callejón, no veo nada. Enfrente de mi solo hay oscuridad y soledad. Ruidos y sonidos que no reconozco.

Estoy asustada y empiezo a correr, pero no veo nada y tropiezo. Al verme en el piso, empiezo a llorar.

De pronto, siento una mano en mi hombro. 
Al levantar mi cara, veo una cara familiar.

Feliz, me levanto, solo para ver que estoy rodeada de gente que me ama. Sonrió y me doy cuenta que el callejón ya no es oscuro, los ruidos se vuelven risas, la tristeza se vuelve cariño y la soledad, al fin, se fue.


Escrito por Yolanda González 

1 comentario:

Bea dijo...

Muy bonito, Yolalila! Sigue escribiendo...
Ya viste mi otro blog... soy flojilla, pero por si lo quieres leer: http://escribiendoenlacocina.blogspot.com