Caminado en un callejón, no veo nada. Enfrente de mi solo hay oscuridad y soledad. Ruidos y sonidos que no reconozco.
Estoy asustada y empiezo a correr, pero no veo nada y tropiezo. Al verme en el piso, empiezo a llorar.
De pronto, siento una mano en mi hombro.
Al levantar mi cara, veo una cara familiar.
Feliz, me levanto, solo para ver que estoy rodeada de gente que me ama. Sonrió y me doy cuenta que el callejón ya no es oscuro, los ruidos se vuelven risas, la tristeza se vuelve cariño y la soledad, al fin, se fue.
Escrito por Yolanda González
Escrito por Yolanda González
1 comentario:
Muy bonito, Yolalila! Sigue escribiendo...
Ya viste mi otro blog... soy flojilla, pero por si lo quieres leer: http://escribiendoenlacocina.blogspot.com
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